Ideas Vallejo

Fernando, "muerto de vivir y vivo de morir", nos lleva de la mano por sus interesantes historias, historias temporalmente desordenadas que de un momento a otro nos elevan hasta el cielo y su fantasía y luego nos aterrizan en una silla al frente de un decorado navideño, manipulando nuestro humor y envolviendonos comprometedoramente en su historia.

Como ya sabemos, el pensamiento de Vallejo ha dejado demasiado espacio para el debate, ha sido polémico, y mas aún cuando tratamos de encontrar la ensencia de sus ideas, y si sabemos escudriñar bien en su extenso trabajo correríamos con la suerte de hecharle un vistazo a su alma.

El punto aquí es que él hace muchas críticas a un gran número de temas, pero sólo el espacio que queremos abarcar, es el que creemos, el más importante: La Muerte.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Generalizando el Concepto

Con ánimos de ver Este concepto de "Muerte" desde otras ópticas, exponemos varios puntos de vista:


  1. En el pensamiento judeo-cristiano, la muerte es la consecuencia del pecado original cometido por Adán y Eva, la primera pareja. Ellos se alejaron del Dios de vida al transgredir la ley divina. En efecto, Dios le había permitido al ser humano comer de todos los árboles del jardín del Edén, excepto del árbol de conocer el bien y el mal, porque, dice Dios, «el día en que comas de él, tendrás que morir» (Gn 2, 17). Es decir, que para no conocer la muerte le estaba prohibido al ser humano el discernir por su cuenta lo que está bien y mal. Ese juicio se lo tenía que dejar a Dios.
  2. En el Islam, en primer lugar, la muerte no es un castigo impuesto a Adán y Eva o a sus hijos con motivo de alguna desobediencia. Cuando Adán comió del árbol prohibido y se arrepintió, Dios le perdonó. Si murió, es porque en eso estaba su destino inevitable. El de todos además, de todos los hombres y de todas las criaturas en general.
    «Dios os ha creado, y luego os llamará» (Corán 16, 72).
    «Dios es quien os ha creado y enseguida os ha proporcionado el sustento. Más adelante os hará morir y, por último, os resucitará» (Corán 30, 39).
    El término «morir», en árabe mata, como en todas las lenguas semíticas, es el infinitivo de un verbo intransitivo que se puede encontrar también bajo una forma transitiva que significa «hacer morir» (la cuarta forma amata en árabe y hemit, en hebreo).
    la muerte no tendría lugar sin la vida. La muerte no es más que un paso en el camino de la vida humana. Y esto según un principio fundamental alrededor del cual se configura la gestión de este mundo: «Aquél que ha creado la muerte y la vida para probaros y conocer así quién es el que mejor obra entre vosotros» (Corán 67, 2). el hombre ve la muerte como un gran mal, aunque en realidad sea un episodio en una serie de etapas que llevan a la vida feliz y eterna. La eternidad está exclusivamente reservada a Dios. El hombre, el animal, el vegetal, el djinn (genio), el ángel, todo cuanto vive en los cielos, sobre la tierra y entre los dos está condenado a morir.
  3. La preocupación del hindú no es la muerte. Desde su nacimiento, la muerte para él no es un término. Él va a renacer en otro lugar y lo importante es interrumpir la cadena de los renacimientos. Desde siempre, él pertenece a la eternidad. Él es una manifestación de lo divino. Desde su nacimiento, es un ser extraño al mundo. Tiene ya una preexistencia, ya ha existido de alguna manera, y cuando él desaparece, no hay paso del ser a la nada.

    Si el occidental va tras la inmortalidad y desea eludir la muerte que le angustia, el hindú en cambio busca liberarse de la vida, escapar a la existencia terrestre. Él considera su existencia terrestre, social, «histórica», como negación del ser, y su objetivo consiste en renunciar a ella. La existencia es para él ausencia de realidad y no-afirmación de lo que es y deviene. Todo se opone, por tanto, a una valoración de la historia en el sentido en que es entendida por el occidental.
El Miedo a la muerte es común en la mayoría de la sociedad.
 La sociedad actual ha secuestrado la muerte. Podría decirse que hoy se tiene una cierta tendencia a escapar de la conciencia de la muerte. Hace 30 años, los niños veían morir a sus abuelos en casa, hoy los tanatorios han suplido el proceso de duelo y se ha establecido un cierto tabú con este concepto. La gente no se lo plantea, o lo vive con indiferencia. Con esta mentalidad no se valora un hecho de vital importancia, con el que tarde o temprano todos tendremos que enfrentarnos*.


A lo largo de la Historia la muerte ha cambiado de portador, ideal, mentalidad, etc. Pero aún sigue siendo un misterio su destino inmediato. Como sabemos hay puntos de vista cientificos y religiosos. Antes de la Llegada de la Razón, la muerte en muchas culturas jugaba el protagónico. Hasta era favorecida de culto.


 Pero en lo que todos coincidimos, es que no sabemos que pasa cuando el cuerpo deja de funcionar. Pero no todos queremos saberlo.

martes, 16 de noviembre de 2010

......"Muerte".......

La muerte para Vallejo, es claramente un tema a analizar. A lo largo de sus bibliografias la muerte juega un papel esencial, que es dificil de ignorar.
Él habla de la muerte con total naturalidad, a pesar de haber tenido tantos acercamientos con ella, pero ese es el punto en el que gira toda nuestra hipotesis sobre su pensamiento.

La Muerte para él es sólo una trivialidad, pero para nosotros, su pensamiento puede llegar a ser abstracto. O nó, si vemos a Vallejo como una persona común y corriente, que ha pasado por las penurias destinadas para él en los jarrones de Zeus, y el único camino que le queda es la negación. En tal caso, su sentimiento a la muerte es un temor en toda su expresión.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Vida

Fernando Vallejo Rendón (Medellín, 24 de octubre de 1942) es un escritor y cineasta nacido en Colombia naturalizado mexicano en el 2007. Ha recibido numerosos reconocimientos por sus obras incluido el Premio Rómulo Gallegos y es considerado un personaje controvertido por sus agudas críticas especialmente hacia la Iglesia Católica, la falsa moral, la física y los formalismos.
Hijo legítimo del ex ministro de Fomento, ex senador de la república, ex ministro de desarrollo, ex miembro de la constituyente de Colombia, ex presidente del Directorio Conservador de Antioquia, ex secretario de gobierno, director del periódico El Poder y abogado conservador Aníbal Vallejo Álvarez.

Nació y creció en la ciudad de Medellín. Aficionado a la música, llegó a ser un pianista excelente. Su gusto por Mozart, Chopin, Gluck y Richard Strauss es destacable. Después de un año de estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, se licenció en Biología en la Universidad Javeriana. Viajó a Europa para estudiar cine en Italia, en la Escuela Experimental de Cinecittá.

El 25 de febrero de 1971 Vallejo se transladó a Ciudad de México, donde produjo la totalidad de su obra. Desde entonces no ha vuelto a vivir en Colombia.

En septiembre del 2009 Fernando Vallejo fue galardonado con el doctorado causa honoris de la facultad de ciencias humanas de la Universidad Nacional de Colombia, después de un extenuante trabajo debido a la polémica en torno a su obra.